Charles Pic, Le Petit Prince

Cuando tenía diez años, vi una vez una imagen magnífica en un libro sobre la Selva Virgen que se llamaba «Historias Vividas». Representaba una serpiente boa que tragaba una fiera. Y, como en aquella memorable historia de mi compatriota y piloto de altos vuelos, yo también hice un intento de dibujar a la boa después de tragarse a su presa. Este fue mi primer dibujo:

Mi dibujo nº 1

Cuando se lo enseñé a las personas mayores y les pregunté si no les asustaba, me respondieron que “nadie se asusta de un sombrero”. ¿Un sombrero, señores? ¿Un sombrero? Si esa boa es capaz de digerir el coche de Damon Hill de una sola pieza… ¡¡qué no podrá hacer con nosotros!!

Así que alentado por las voces de los mayores abandoné mi carrera como artista. Lo vi muy claro, si algún día me tenía que encontrar con una boa en el camino, prefería ir a los mandos de un coche tan rápido como el de Hill. De esta forma, elegí convertirme en piloto de Fórmula 1.

Mi dibujo nº 2

Disfruté de los karts y progresé por el resto de categorías, dejando siempre buena huella de mi paso. Sí, es cierto que siempre me mantuve entre las segundas y terceras posiciones, y ¿qué? De hecho, el año pasado quedé cuarto del campeonato  y aun así he llegado a la Fórmula 1.

Quizá muchos se fijen en la meta y no en la importancia del camino. Un viejo amigo una vez me dijo, mientras yo miraba a aquellos que bajaban triunfantes del podio:

 – Los hombres de tu tierra, llenan sus vitrinas con incontables trofeos… y no encuentran lo que buscan.

– No lo encuentran – respondí.

– Y sin embargo, lo que buscan podría encontrarse en una sola victoria o en un único trofeo.

– Desde luego – respondí.

Y el mi amigo agregó:

– Hay que buscar con el corazón, lo que es esencial es invisible para el ojo.  

No le entendí muy bien en su momento, ni sé muy bien si todavía lo entiendo. Pero busco dar los pasos adecuados. El año pasado quedé cuarto del campeonato de pilotos en las GP2 Series. Me llevé el sabor de dos triunfos, tres poles y subí cinco veces al podio.

Me espera un gran año por delante. Marussia F1 me brinda la oportunidad de seguir mi camino hacia ese único trofeo. Ahora necesito trabajar muy duro para llegar al primer Gran Premio con fuerza, para sacar lo mejor de mi y del equipo.

Dicen de mi que me caracteriza mi determinación, John Booth el jefe de equipo de Marussia, cree que tengo una cabeza  muy madura sobre unos hombros jóvenes. Yo, la verdad es que me veo la cabeza tan joven como el resto del cuerpo, pero bueno, él sabrá.

Charles Pic.